Leonor muy abrumada por la situación que vivía comenzó a caminar rápido haciendo señas a cuanto taxi pasaba, corrió detrás de varios sin poder encontrar uno Libre, de pronto pensó " que idea mas pueril la mía "...ahora veo que estoy en el lugar y hora inapropiados...se dió cuenta con pena que ella desconocía totalmente la vida diaria de la gran Capital.
Luego de media hora sin obtener resultados, visualizó una estación del Metro, aunque ciertamente ella poco conocía este medio de transporte, ya que siempre viajó con su coche, o vivió en su pequeña ciudad, pero ahora debia decidirse pues no contaba con su esposo o familia para llamarlos y pedir ayuda, y además pasaba muy rápido la hora, sinceramente se sentía muy perdida y sola y comenzaba a dolerle la cabeza con tanta tensión,,,
Que infortunio !!, nunca se imaginó que le sucedería algo tan desagradable y sin pensarlo mas se dispuso a viajar en Metro, pero se detuvo en seco, había olvidado las benditas escaleras mecánicas, se angustió, porque ella les tenía fobia, les cogió pánico luego de una caída en ellas, que fue causada por la presión de mucha gente, ahora solo recordarlo la sobrecogía, pero se dijo... que tenía que ser fuerte, asi que respirando hondo decidió cogerla. Miró a todos lados como un pájaro enjaulado, y con el pulso acelerado, y al constatar que la estación estaba despejada, dió el paso al peldaño que venía a ella, ahora podría presumir de valiente cuando les contara su odisea a Miguel y sus hijos, se dijo sonriendo para sí.
Comenzó a bajar lenta y segura y ya mucho mas reconfortada pensó que ya todo sería sencillo y que un "plis plas " llegaría a su alojamiento en Vitacura., así sin darse cuenta ya estaba abajo, miró a su alrededor y se vio envuelta en colores ...ohh, que alegría le regalaban a sus ojos...esta era una estación con preciosos murales y se detuvo extasiada para disfrutar como buena artista.
Se sentía feliz y muy lejos de todo lo que le rodeaba, y estaba tan ensimismada, que no se percató de un gran ruido de voces y gentío, asi fue como de pronto se vió envuelta por la multitud que llenó el lugar y que la arrastraban con sus prisas, rápidamente miró la hora y vio con angustia que marcaba las 19.30, hora pic del Metro, y ella ya llevaba dos horas sin llegar a ninguna parte.
Leonor con dificultad se zafó de esta maraña y se deslizó asustada a un asiento, contemplando abismada como todos luchaban en los andenes y por coger carros ..." Alli ganaba el mas fuerte ", o el mas listo y conocedor del Metro, pero ella no.
Ya no quizo seguir mirando ese espectáculo, pero estaba cada vez mas segura de que tal vez no podría vivir en Santiago, y entrecerrando los ojos, recordó emocionada su amada Serena, llena de tanta paz y siempre rodeada los suyos y llena de gente relajada y amable.
Continuara.....
Así tan de pronto como se llenó la estación, ahora estaba casi vacía y muy tranquila,
Leonor despertó de su sueño y meditó para decidir a quien llamar y de pronto recordó a su compañera de colegio desde pequeña, quien fue su gran amiga en Serena donde pasaba sus veraneos.
Buscó en su agenda y encontró su número, pensaba llamarla cuando estuviera establecida en Santiago, pero ahora dadas las circunstancias, le era urgente encontrarla...
Marcó ilusionada y con alegría inmensa reconoció su voz al instante ...era Marcela su amiga de niñez, ahora médico muy reconocida .
Le dijo :
- Soy Leonor, me recuerdas ? Estoy en Santiago y necesito que me recojas pues estoy extraviada !
Marcela dijo :
- Amiga querida donde estas ???.
Leonor dijo ;
- En la Estación Pedro de Valdivia del Metro, me robaron mi coche y estoy sola,sabes que no conozco acá.
Marcela dijo :
- Bien cálmate, quédate tranquila ..ahora mismo te enviaré un radio-taxy conocido.Quédate en la misma señal del Metro, el es don Pancho y te ubicará...por favor no te muevas.... ahh dime de que color vistes.
Leonor suspiro y dijo :
- Un traje pantalón azul malva y una bufanda plata,... gracias Marcela !
Ella cortó y Leonor enencantada de su fortuna sintió que todo se iluminaba y lentamente se dirigió a las escaleras, subió y buscó la salida. Allí encontró la señal del Metro y se quedó relajada casi pegada a ella.
Ya anochecía, y el aire era tibio y como era próxima la Navidad, todo estaba iluminado con luces navideñas y cantaban villancicos.
Leonor sonrió y se sintó muy feliz.!
Continuará...