-No está ná el caballero-
Escucho la frase de mi vecina ante un vendedor/trabajador/propagandista de algo. Se excusa de tomar una decisión o elude el rechazo frontal a través de un subterfugio.
Si bien luchamos para que la igualdad entre los sexos se imponga, subterráneamente unos topos trabajan en contra y mientras existan y se multipliquen, nada verdadero se logrará, ya que la atávica sumisión - aunque sea simbólica - al sexo peludo subyace entre la población, se trate o no de la marginal, como la que menciono.