El día
se ha vuelto
una gran pausa,
como si el tiempo
equivocado
se hubiere detenido
sin dejar huella
de ninguno
de sus pasos.
Sin color
sin viento
sin apuros,
turbado
azorado
y en silencio,
el cielo
respira
en cansado
borboteo.
(De Saricarmen, publicado en su sitio de Bligoo)