Escribir historias, historias que tengan que ver con la vida, que a veces suele ser como un sueño, como un sueño alado que se escapa de nuestras manos y de la razón. Historias de vida y dolor, como la del vagabundo aquel que pasa ante los ojos indiferentes de todos como silueta fantasmagórica , lejana, y fria como la muerte misma .
Qué importan las historias que de él se cuentan ? - que fue un hombre de buen nivel, con una exigente profesión ? que tuvo familia y posición social, exitoso, feliz, y arrogante ? |
¿Si adoptó pertenecer al más bajo escalafón, si prefirió el anonimato y la pobreza? -Abandonó su mundo y partió lejos y se hundió en la más feróz miseria, en la mínima libertad del que vive sin horarios, ni leyes, las normas ya no existieron más.
Así, su vida tuvo el giro que él buscó. cada día es suyo, las calles por donde transita, son todas suyas, es un anónimo miserable rodeado de otros que son sus iguales, marginado
pero sin exigencias. Sus días todos iguales no conocen el apuro. No necesita nada , ni nada espera, su paso por cualquier calle no llama la atención ni conmueve a nadie.
Pero, será todo esto cierto ? o será sólo una de las tantos cuentos urbanos que circulan de boca en boca ? Será posible que un hombre cansado ya de tanta presión haya optado por una nueva vida ; carente de todo, llena de libertad, pero en la más cruda miseria ? Nunca lo sabré, sin embargo, ayer lo ví, con su aspecto tosco, desaliñado, casi grosero, su fáz indiferente y su caminar cansino. Cargando con su secreto, esa historia, increíble, que bien puede encerrar toda una tragedia, pero que también puede ser solamente una más de tantas fantasías que pueblan la historia de cualquier ciudad ....