Ayer pasé por tu casa
y me tiraste 1 ladrillo;
pasaré mañana
para hacerte 1 castillo,
Me gustaría pintar,
tal vez inventar,
¿o quizás investigar?
¡este lío tiene que acabar!
No lo logro entender
no sé qué hacer;
me pondré a leer,
quizá podré aprender.
No sé que voy a decidir
¿elegiré escribir?
veré si me podre divertir…
¡Al final, me voy a dormir!
En la puerta de mi casa,
hay una maceta de oro;
cada hojita que se cae
es una lágrima que lloro.
Me subí por una higuera,
me bajé por la escalera;
cómo quieres que te quiera si pareces calavera.
Cada vez que pienso en él
lloro tanto,
tan de veras,
que los vecinos de abajo
se quejan de las goteras.
Soñé que me amabas,
soñé que me querías
y me caí de la cama
por soñar tonterías.