Un hombre fue a almorzar al parque y se encontró con una anciana sentada en uno de los bancos, llorando desconsoladamente. El hombre se detuvo a su lado y le preguntó si estaba bien. La anciana le contestó: “Tengo un novio de 22 años esperándome en casa. Con él tengo sexo todas las mañanas, y cuando me levanto me prepara un suculento desayuno con panqueques, jugos, tostadas, jaleas y café fresco.”
Sorprendido, el hombre le preguntó: “¿Y por qué está llorando entonces?”
La mujer continuó explicando entre sollozos: “En invierno me prepara las sopas más deliciosas que jamás haya probado y luego me mima con tortas y brownies. Como si fuera poco, luego del mediodía mi novio y yo tenemos sexo durante toda la tarde…”
“Disculpe, pero no entiendo por qué está llorando…”, respondió el hombre.
“Para la cena me prepara un plato de primer nivel, con mi vino y mi postre favorito, y luego volvemos a tener sexo hasta las 2:00 AM…”, siguió diciendo la mujer sin parar de llorar…
“Entonces… ¿Por qué sigue llorando desconsoladamente?”, contestó el hombre.
“Porque no recuerdo dónde vivo…”
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