El perro respondió: "Eso es demasiado tiempo para ladrar ¿Qué te parece tan sólo diez años y te devuelvo los otros diez?"
Y Dios dijo que le parecía bien.
Cuando Dios creó al mono, le dijo: "Entretén a la gente, haz trucos, y hazles reír. Por esto, te daré una vida útil de veinte años."
El mono dijo: "Monerías durante veinte años es mucho tiempo ¿Y si te devuelvo diez años como hizo el perro?"
Y Dios dijo de nuevo que le parecía bien.
Cuando Dios creó a la vaca le dijo: "Debes estar en el campo con el agricultor durante todo el día, trabajar bajo el sol, tener terneros y dar leche para apoyar a la familia del agricultor. Por esto te daré una vida útil de sesenta años."
La vaca dijo: "Es una vida muy dura para vivirla durante sesenta años ¿Qué hay de veinte años y te devuelvo los otros cuarenta?"
Una vez más Dios pensó que la solución era buena.
Cuando Dios creó al hombre, dijo: "Come, duerme, juega, y disfruta de la vida. Por esto, te daré veinte años."
Pero el hombre dijo: "¿Sólo veinte años? podrías darme mis 20 años, más los 40 que la vaca te devolvió, los diez del mono, y los diez que el perro te devolvió. Son ochenta en total ¿Estás de acuerdo?"
Dios estuvo de acuerdo. Y está es la razón por la que durante nuestros primeros veinte años comemos, dormimos, jugamos y disfrutamos de nosotros mismos. Durante los siguientes cuarenta años, debemos trabajar y mantener a nuestra familia como la vaca. Durante los siguientes diez años hacemos monerías para entretener a los nietos. Y durante los últimos diez años, nos sentamos en el porche de casa y ladramos a todo el mundo.