Antonio Vivaldi: el sacerdote pelirrojo.
Vivaldi recibió el apodo de il prete rosso (el sacerdote pelirrojo) por el color de su cabello. De hecho, era una característica de su familia, y su padre ya era conocido con el sobrenombre de rosso.
En 1737 fue acusado de no decir misa siendo sacerdote, pero él se defendió alegando su asma; sin embargo, su enfermedad pulmonar no le restó capacidades a la hora de viajar por Europa.
En el funeral de Vivaldi, celebrado en la catedral de Viena, cantaron los niños del coro de la catedral, entre los que se encontraba el futuro compositor J. Haydn.