Estos eran cuatro directivos de empresa que estaban jugando al golf en un lujoso club local. Al rato de estar jugando, uno de ellos comenta que necesita ir al baño y les pide que suspendan el partido por un par de minutos. Los otros, todos unos caballeros, no ponen inconveniente alguno y aprovechando el breve descanso, se ponen a charlar de sus cosas:
- No es por presumir, pero a mi hijo le esta yendo súper bien en el negocio inmobiliario. Ha ganado tanto dinero este año, que hasta se ha permitido el lujo de regalarle un chalet a uno de sus amigos...
- Pues tampoco es por presumir, pero ya saben que mi hijo se ha dedicado al negocio del automóvil. Está especializado en coches de importación y gana tanto dinero que hasta le regaló un Ferrari a uno de sus amigos...
- Pues deben ser los tiempos, porque el mío tiene una sociedad de Cambio y Bolsa, y cómo le estará yendo de bien, que hasta le regaló a uno de sus amigos un paquete de acciones de las mejores...
En eso regresa el que se había ido apurado al baño y los otros tres, antes de reanudar el juego y por educación, le preguntan por su hijo:
- Pues la verdad, mal -responde el cuarto directivo- Ya saben que desde pequeño me ha salido con tendencias homosexuales: ahora es una loca y trabaja en un salón de belleza.
Pero ha de ser bueno en lo que hace, porque uno de sus novios le ha regalado una casa, otro un Ferrari y otro un paquete de acciones de las más buenas.
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