REGRESA A CASA,
PREPARAS UN CAFÉ,
TE ACOMODAS EN TU SILLÓN
FAVORITO Y NO HAY NADIE . . .
EN ESE MOMENTO YO DECIDO QUE ES LIBERTAD . . .
Pero si pasa el tiempo y sigo sola sin tener a nadie cerca,
eso para mí es soledad y me da pavor.
No sé si es un trauma pero no me gusta estar demasiado sola,
creo que esa es una de las razones por las cuales adoro a mis
perros (van a pensar que estoy loca) ellos son una gran compañía.
Hoy estoy en un dilema, si tengo que cambiar de casa e irme lejos
no se que haré,solo de pensar en tener que deshacerme de alguno
de ellos me provoca una angustia indescriptible.
Ellos saben cuando estoy triste o enferma, no se separan de mi lado,
es más los días que estuve hospitalizada Texi (la reina madre) dicen que
lloraba todo el día, cuando regrese hay tres de ellos que no se separaban
de mi cama y por supuesto Texi acostada en mi cabecera y de allí no la saca nadie.
Con esto estoy diciendo que para agudizar mi percepción y reducir el estrés no necesito estar sola.