¿Logrará la humanidad detener el envejecimiento y
engañar a la muerte?
Un mundo sin vejez
quizás sea el que todo el mundo desea para vivir. Un sitio en donde un trasplante de
órganos como los riñones, hígado o incluso el mismo corazón producidos a partir
de las propias células del cuerpo fuera tan usual como un reemplazo de caderas.
O en donde se corra una maratón con los amigos de infancia para celebrar el
cumpleaños número 92.
Aún ese mundo no existe, pero uno similar puede estar llegando
en cualquier momento, así lo explica una publicación en The Economist. La
ancianidad, la reducción de las habilidades generales que todos experimentamos
con el paso de los años está en la mira de los médicos y biólogos desde hace ya
un tiempo.
Detener el
envejecimiento totalmente todavía no es viable, pero mitigarlo posiblemente sí
lo sea. La expectativa promedio de
vida ha aumentado notablemente en el último siglo gracias a mejoras en la
alimentación, viviendas, salud pública y avances médicos en farmacología. Ahora
bien, los nuevos progresos estarían en manos de avanzadas
drogas anti-envejecimiento, de las cuales con seguridad ya existen algunas.
Esto, según afirman los
más optimistas, permitiría extender el ciclo de vida a
la mayoría de personas hasta los 120 años. Y sería solamente el comienzo. En el
futuro, además de aumentar la expectativa de vida promedio, también lo hará la
expectativa de vida máxima. Si cualquier parte del cuerpo llegara a desgastarse
o romperse, esta se podría reparar o reemplazar directamente. Se optimizará el
ADN para conseguir una vida más extensa. Y si le añadimos los fármacos
anti-envejecimiento, llegar a los 100 años será algo muy común.
Superhumanos
Para lograr esto, desde ya se están
preparando los futuros “reparadores”. Algunos pretenden restaurar tejidos
desgastados mediante el uso de células madre. Esta renovación biológica es
la base de un tratamiento aún no probado mediante la transfusión de
sangre de cuerpos jóvenes a viejos. La industria del cultivo de
órganos desde cero avanza con gran proyección.Actualmente estos
“organoides” imperfectos, pequeños y están siendo utilizados en su mayoría para
testear nuevas drogas. Aunque esto parece que cambiará muy pronto.
Dicen que la longevidad es genética,
lo que permite sugerir que algunos genes en particular prolongan la vida.
Esta teoría esta siendo investigada con la esperanza de que modernas
técnicas de edición de genes permitan algún día su utilización para
hacer alteraciones claves en el ADN de aquellos que lo requieran. Esto
suena de maravillas, sin embargo, es algo que repercutirá con fuerza en la
sociedad.
Una preocupación que
salta a la vista es que una larga vida va a exacerbar los problemas sociales y
económicos actuales. El reto más inmediato será brindar acceso a los
tratamientos anti-envejecimiento. Si
una vida más extensa tiene un alto costo, ¿quienes serán los primeros que
podrán beneficiarse?. De
hecho, hoy en día la expectativa de vida ya es proporcional a los ingresos.
Ampliar esta brecha con tratamientos a los que tal vez ningún pobre pueda
acceder podría agudizar las divisiones que tensionan a los demócratas del
mundo.
¿Los
trabajadores más viejos serán discriminados como lo son actualmente o su
creciente cantidad les dará ventaja sobre la juventud? ¿Se mantendrán los jefes
aferrados a sus poderosos puestos o se aburrirán, renunciarán y buscarán
hacer algo totalmente distinto? ¿Todas
esas personas ancianas dejarán de considerarse viejas, reteniendo
características vigorosas tanto mentales como físicas propias de los jóvenes? ¿O se volverá más tradicional la
sociedad teniendo en cuenta que la gente mayor suele serlo?
La crisis de la
mediana edad pasará a ser un intento por recuperar la juventud perdida a una
simple etapa en donde se planeará el siguiente medio siglo de vida. El retiro o
jubilación se convertirá en una alternativa cada vez más lejana, ya
que colapsarían los sistemas pensionales al requerir de mucho más dinero
para sostener a un creciente número de personas mayores. ¿Quién se casará a los 20 con la
expectativa de convivir con la misma persona otros 80 años? La vida en pareja, que desde ya está
en descenso, pasaría a ser bastante inusual.
Todas
estas especulaciones hasta divertidas y optimistas pueden resultar. La promesa de vivir mucho más tiempo
es algo tentador y es una visión del futuro que debe relacionar a la longevidad
con una vida más sana. Sin
embargo, el conocimiento biológico cada día avanza más y prolongar la vida
está al alcance de la mano así la inmortalidad aún no esté tan cerca.
DE GRANDES MEDIOS.