Cuando estés triste...
allí estaré para secar tus lágrimas.
Cuando tengas miedo...
te acompañaré para ahuyentar tus temores.
Cuando te acose el desaliento...
te ayudaré a encontrar la esperanza.
Cuando estés en medio de la confusión...
seré tu guía para encontrar el camino.
Y cuando te hayas perdido...
y no puedas ver la luz,
Seré tu faro...
alumbrando para ti.
Esta es mi promesa,
que mantendré hasta el fin.
¿Porqué? Tal vez te preguntes...
¡Porque compartimos nuestra amistad!