Alrededor del 30% de toda la comida que se produce nunca se come. El mundo es capaz de producir la suficiente comida para alimentar a todos sus habitantes, pero el problema es que la comida no siempre llega a las personas que más lo necesitan. En promedio, una familia estadounidense de cuatro miembros desecha al año 751 kilos de comida.
Se supone que los supermercados desechan grandes cantidades de alimentos, problema que está previsto en el mismo precio de venta. Dicho sobrante es aprovechado por algunos, pero jamás llegarán a los sectores que mueren
de hambre porque el flete de los alimentos perecibles es demasiado alto.