Hoy es cuando veo con mayor claridad, la influencia que ejerce en mi vida la actitud de los demás. Ser aceptada o no, como integrante del todo pasa a ser como la meta diaria ... acepto que esto es como muy importante para mi día a día ... y se remonta a unos años años atrás.
También veo mi propio comportamiento bajo lupa escudriñadora ... pocas cosas mías me gustan. Mas bien, casi nada. Me miro como si yo misma fuera una extraña que está haciendo continuamente cosas que no están bien. Claramente todos tienen falencias, pero con desazón observo que me llevo las palmas. Seguro que es mi enemigo la depresión que arrastro desde hace mucho, y tengo que decir que de pronto siento ráfagas de aires livianos y vivificantes que me permiten seguir adelalante, por lo que me siento agradecida ya que aún siento a ratos el placer de vivir. Lo peor de todo es no sentir ganas de iniciar nada ... atrás quedan cosas que antes fueron tan importantes. y no hablo de amores ni apegos sino de lo más simple, como son pintar o quizás tejer, pero terminar un trabajo y lo mejor , a satisfacción. Tengo a mi haber muchas cosas postergadas y tristemente siento la insatisfacción. Es un círculo vicioso que llega a aplastarme, la inercia es parte de mi vida.
Y aquí está mi pequeñito yorkshire que me acepta y me sigue en buenas y malas, nada pide, ni pregunta, sólo acompaña y da ternura, se alegra y se llena de piruetas cuando le hablo.
10/7/2013
me refiero acá al primer yorky que tuve y me fue robado