Feliz lunes - ya por la tardecita - cáiganles del cielo bendiciones a todos y ojalá no sea granizo para que sus horas transcurran dulcemente protegidas por todos los dioses que ya existen y que aparezcan en el futuro.
Diana, mi abuela tenía la presión altísima y su remedio (o su dios de las presiones) era un trago de whisky que le proveía su matutero de siempre, en aquellos tiempos en que importar tales brebajes era prohibitivo. Si bien murió el mismo día en que cumplió los 90, la culpa la tuvo una fractura de columna.