El león falleció ¡triste desgracia! Y van, con la más pura democracia, a nombrar nuevo rey los animales. Las propagandas hubo electorales, prometieron la mar los oradores, y… aquí tenéis algunos electores: aunque parézcales a Ustedes bobo. Las ovejas votaron por el lobo; como son unos Buenos corazones por el gato votaron los ratones; A pesar de su fama de ladinas por la zorra votaron las gallinas; La paloma inocente, inocente votó por la serpiente; Las moscas, nada hurañas, querían que reinaran las arañas; El sapo ansía, y la rana sueña con el feliz reinar de la cigüeña; Con un gusano topo Que a votar se encamina por el topo; El topo no se queja, más da su voto por la comadreja; Los peces, que sucumben por su boca, eligieron gustosos a la foca; El caballo y el perro, no os asombre, votaron por el hombre, y con dolor profundo por no poder encaminarse al trote, arrastrábase un asno moribundo a dar su voto por el zopilote. Caro lector que inconsecuencias notas, dime: ¿no haces lo mismo cuando votas?
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