Ahora, buscar - donde se encuentre extraviada - nuestra fuerza de voluntad y hacer la debida penitencia por los excesos del día de la madre. Tantas porciones de torta, helados y pastelillos pueden haber llegado para quedarse. ¡HORROR!
Nooooo ... no quiero pensar en penitencias! Todavía me quedan muuchas cajas de galletas, chocolates y etc. Parezco niña pequeña, me atiborran de golosinas !!