Gracias Ximena
alguien que se le adelantaba y entraba primero al agua, de donde, según el relato, salía completamente sano. Nuestro hombre, al parecer, no se sentía feliz de que otros dejaran de estar enfermos, de que su mal desapareciera y se sintieran alegres por haber recuperado la salud.
Las bendiciones que los demás reciben pueden llevarnos, incluso, a llenarnos de amargura contra Dios. Por
Es verdad que muchas veces así pasa, yo confieso que no solo me enfada o
entristece cuando me van mal las cosas, también me incomoda y mucho cuando a otros les va bien pero claro, depende, cómo y a qien, pero éso es viejo porque no es tanto que les vaya bien sino que es un sentido de la injusticia, de siempre lo he tenido, me irrita que la gente que estafa, que asesina, que abusa..., etc, no solo no sean identificados,
ni detenido, enjuiciados y puestos a buen recaudo de forma que no hagan
más tropelía, sino que además parece que de todas se libren y les sonría
la vida.
Pero yo creo que éso nos ocurre a la mayoría que tengamos un mínimo
sentido de justicia, salvo claro está aquellos a los que la desgracia ajena
les trae un poco al pairo. Incluso ellos, cuando les toca ser las víctmas
igual reclaman justicia.
Sinceramente de ser defecto es uno de los que no pongo demasiado empeño
en evitar, pues.. quizá a fuerza de ser tan condescendiente con la buena
suerte de los que van pisando a otros, ni bien a ellos le hacemos y es una forma
en todo caso de entender que de igual cómo se conduzca uno en la vida
pues el buen resultado depende más de la suerte o de la falta de escrúpulos.
Es así como yo lo entiendo y no tanto en el sentido de malestar porque a
otros bien les vaya , que muy al contrario es causa de alegría, a veces
de las únicas alegrías que te da la vida, la de compartir la bendición de
aquellos que se lo merecen.
TalVez 
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No es necesario apagar la luz del prójimo para que brille la nuestra (Baruch) |
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