de Panamá y le dice:
Doctor: por favor ayúdeme, tengo un problema muy serio.
Mi bebé aún no cumple un año y ya estoy de nuevo
embarazada.Mi esposo es diputado como ud sabe,
nombrado embajador en los estados Unidos.
No queremos tener hijos en tan poco tiempo, preferimos un
espacio mayor entre uno y otro...
El médico le preguntó: Muy bien, ¿qué quiere que yo
haga?
Ella respondió:
Deseo interrumpir mi embarazo y quiero contar con su ayuda.
El médico se quedó pensando un poco y después de algún
tiempo le dice: Creo que tengo un método mejor para
solucionar el problema y es menos peligroso para usted.
La mujer sonrió, pensando que el médico aceptaría
ayudarla.
Él siguió hablando: Vea señora, para no tener que estar
con dos bebés a la vez en tan corto espacio de tiempo,
vamos a matar a este niño que está en sus brazos.
Así usted tendrá un periodo de descanso hasta que el otro
niño nazca.
Si vamos a matar, no hay diferencia entre uno y otro de los
niños.
Y hasta es más fácil sacrificar éste que usted tiene
entre sus brazos puesto que usted no correrá ningún
riesgo.
La mujer se asustó y dijo: ¡No, doctor! ¡Que horror!
¡Matar a un niño es un crimen!
También pienso lo mismo, señora, pero usted me pareció
tan convencida de hacerlo, que por un momento pensé en
ayudarla.
El médico sonrió y después de algunas consideraciones,
vio que su lección surtía efecto.
Convenció a la madre que no hay la menor diferencia entre
matar un niño que ya nació y matar a uno que está por
nacer, y que está vivo en el seno materno.
¡ EL CRIMEN ES EXACTAMENTE EL MISMO !
Salmo 139:13
Porque tu formaste mis entrañas,
tu me hiciste en el vientre de mi madre.
