Somos lo que comemos…… Por Varinia Sanchez Auxiliar Nutricionista
Alguna vez se preguntaron ¿de dónde viene el alimento que comemos? ¿Mediante qué procesos de elaboración ha pasado? Y ¿qué pasa dentro nuestro cuándo nos alimentamos?
Cuando incorporamos un alimento se pone en marcha un complejo mecanismo que se llama digestión, en el cual nuestro organismo toma del alimento aquello que le es útil y desecha lo que no le sirve, eliminándolo a través de los órganos de excreción.
Hay alimentos que tienen valor nutritivo y nuestro organismo se sirve de ellos sacando gran provecho, en cambio hay otros que tienen un valor nutritivo escaso o sea que nos van a aportar una cantidad mínima de nutrientes, aunque tal vez nos aporten las calorías necesarias para el desgaste energético cotidiano.
Por cierto, necesitamos combustible o energía para movernos, parar pensar, para dormir, para levantarnos, para realizar deportes y para cualquier tipo de actividad física o mental.
Por lo tanto para una alimentación efectiva deben combinarse un buen valor nutritivo con un alto potencial energético y que nos brinde un alto potencial energético. Los alimentos que nos brindan mucha energía con poco desgaste del organismo para ser digeridos. Esto ocurre principalmente cuando comemos alimentos vivos y frescos, que proceden de la tierra y en preparaciones sencillas, como los granos de cereal integral, las legumbres, las semillas, las verduras y las frutas.
Estos son el tipo de alimentos que nos dejan energía duradera, se digieren fácilmente, nos dan vitalidad, nos producen saciedad con menos cantidad y colaboran con nuestro estado de salud general, disminuyendo los niveles de ansiedad y el estrés y proporcionando un estado de serenidad, claridad y paz interior.
De modo que podemos mejorar nuestra vida grandemente eligiendo alimentos naturales, integrales y mejor aún orgánicos.
Hay un aspecto importante a considerar que es la proporción que necesitamos de cada uno de ellos, y de esto dependerá también los buenos efectos de una comida.
Adentrarnos en este mundo, es parte esencial de la vida humana ya que todos debemos alimentarnos a diario y de cómo lo hagamos va a a depender los resultados para nuestra salud.
Si nos ponemos a pensar que cada una de nuestras células participa de este proceso y que la calidad del alimento va a redundar en la calidad de la sangre, de los huesos, la piel y de todo nuestro cuerpo, es fundamental tomar conciencia, hacernos responsables y ocuparnos de nuestra alimentación, así como nos dedicamos a tantos otras cuestiones cotidianas que tal vez no son de tal vital importancia.
El buen alimento da salud, bienestar, alegría y felicidad y está al alcance de todos nosotros.
Cuando nos servimos de la madre tierra en armonía con la naturaleza, nos integramos al todo al cual pertenecemos con una actitud de amor y respecto hacia nosotros mismos y hacia la vida.
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