QUE HACEMOS CUANDO VIENES LOS PROBLEMAS??
Mc 6.45-52 ,Mateo 14.22-27,Juan 6.16-21
• Como ya vimos, los discípulos se embarcaron y Jesús quedó solo en tierra,
orando en un monte, después de haber despedido a la terrenal multitud.
Cuando ya habían remado hasta la mitad (unos 5 ó 6 km) se levantó un gran
viento contrario que provocó que la barca fuera azotada por las olas.
La tormenta arreciante era tan impresionante que estos experimentados pescadores
sintieron pánico. Los discípulos estaban desesperados y Jesús... se veía por ninguna parte.
Estaban tan acostumbrados a verlo, su fe dependía de este hecho:
la presencia física de Jesús,
pero ahora que el Maestro no se veía, estaban perdidos. Vamos al monte:
Jesús oraba intensamente, tal vez fue en esta soledad desértica cuando Satanás pretendió
hacerle caer, tal vez conversaba con el Padre acerca de Su sacrificio final,
lo que sí es seguro es que intercedía por aquellos que Él tanto amaba.
Los discípulos se sentían tan abandonados
¡Jesús les había ordenado embarcarse y ahora no se veía por ninguna parte!
Pero Mc nos dice en el v48 que Jesús los miraba, veía con cuánto esfuerzo remaban,
y cuando la oscuridad de la noche era más espesa
• Sí, fue Dios mismo el que a usted le dijo: “Sube a esta barca. Obedece mi llamado”.
Ha remado junto a sus hermanos durante un tiempo y de vez en cuanto
se ha levantado viento en contra, para algunos el oleaje ha sido más fuerte
que para otro, o tal vez no, quizás algunos llaman tormenta a una suave brisa.
¿Cuántas veces, en medio de esa tormenta usted ha dicho: “¿y dónde está Jesús en esto”?
“No, esto no es del Señor, porque si lo fuera habrían más hermanos, llegaría más gente”;
¿cuántas veces ha preguntado “¿Para qué me habré venido para acá”?
• ¿Tan pronto olvidó quién fue el que le dijo “Sube a esta barca y llega a la otra orilla?
¿Ve sólo a Cristo cuando hay profecías, o multitudes llegando a Cristo?
¿Quién le dijo que podía bajarse del bote? Usted lo único que debe hacer es obedecer
y remar, remar, hasta llegar a la otra orilla, ¿qué los otros se están cansando y ya no reman,
es más algunos hasta se han bajado?
Pues usted debe seguir remando, porque es a usted
a quien Jesús está mirando desde el monte “Viendo cómo rema”.
Sí, van a haber tempestades
en la congregación y en su vida personal, también sentirá que “esto no es lo que yo creía”,
pero Dios jamás condicionó su orden a supuestas victorias humanas que no siempre
se ajustan a la definición divina de éxito.
De la Red
Dios te bendiga mi amada/o y lo haga un guerrero espiritual!!!
Giannella
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