Para mi, en realidad casi siempre es un impulso que me cuesta frenar. Tanto así que en malas épocas o por estados de ánimos bajos prolongados como que me he tenido que cerrar a veces sin discriminar. Es como un cerrarse a no dar en ningún sentido, probablemente porque me sienta demasiado expuesta.. .
Pero la verdad es que casi siempre es algo que surge y surge con tal fuerza que más que disfrutar es que me costaría esfuerzo frenar , entre otras cosas tendría que hacerlo consciente, tomar conciencia y la mitad de las veces ni merece la pena, así que... total para qué!!!, así me gusta, así nace y así me siento bien.
Por otro lado he pensado muchas veces en eso de dar sin esperar. Tanto que me he autocriticado , pero claro es que depende de qué interpretamos. Me autocritico porque me causa a veces mucho dolor cuando me he dado de una u otra forma con la mejor intención (tanta, que a veces hasta sin intención, por puro impulso como decía antes) y la respuesta llegado un momento es no nula sino de signo contrario. Y ese dolor a veces lo interpreto como un haber esperado. El tiempo y la experiencia me muestra que, salvo muy raras y escogidas excepciones , en realidad la mayoría no es que espere, pero sí desespera cuando la respuesta agresiva o rácana proviene precisamente de aquellos a quien más se ha tendido la mano.
En fin, Dios sabrá, yo por ahora tengo la suerte de contar con esa tendencia en demasía y lo que me gustaría es ser capaz de controlar a veces sin tener que cerrarme por temporadas a cal y canto. Bueno, será cuestión de sacar tiempo para trabajarlo más.