Bienvenidos a la Casa del Señor, La Casa del Espíritu Santo, La Casa de los Milagros, La Casa de Pan, La Casa de las Familias, La Casa de Jesús.
La Casa del Señor es un cuerpo, un ser viviente, somos alguien que piensa, siente, ama y anhela estar en la presencia de su amado, y ese amado se llama Jesús; en La Casa del Señor anhelamos la presencia del Espíritu Santo, no únicamente el día que nos reunimos, no, lo anhelamos continuamente.
Somos un cuerpo viviente en el que si alguien sufre, nosotros también sufrimos; Si alguien ríe, reiremos con él; Si alguien esta enfermo, sufriremos con él; Si alguien tiene necesidad, no le diremos que Dios te bendiga, sino trataremos de suplir esa necesidad en cuando esté a nuestro alcance, y si no la podemos suplir esa necesidad estaremos orando y pidiéndole al Señor que supla esa necesidad; y de acuerdo a nuestro oración será hecho.
En La Casa del Señor estudiamos la Santa Biblia como fundamento para conseguir la unidad familiar, así como para buscar la superación personal a través de los altos valores morales y espirituales contenidos en ella. Al reunirnos lo hacemos en casas, locales alquilados o auditorios, pues sabemos que Dios no habita en casas hechas por manos de hombre, sino que vive en cada persona que se ha entregado a Jesucristo, como Él dijo, "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mateo 18:20).
La Casa del Señor no es una iglesia denominacional, ni pretende ser la única depositaria de la verdad o un grupo elitista o especial. Jesús dijo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).