RADIOCIRUGÍA, ENLACE ENTRE TECNOLOGÍA Y MEDICINA
Anselmo Zamora
www.saludymedicinas.com.mx
Innovación y eficacia son calificativos adecuados para hablar de las sorprendentes terapias con radiación que la ciencia médica ha desarrollado recientemente, como la radiocirugía, que permite tratamientos menos agresivos contra tumores.
Entre las enormes posibilidades que ofrece la ciencia médica hoy día encontramos modernos equipos que permiten visualizar el interior de nuestro cuerpo o entrar en él sin necesidad de realizar un solo corte de piel, por citar un par de ejemplos. La razón de estos avances radica en que, al contar con tecnología de punta, los tiempos y costos de los tratamientos se reducen, a la vez que se ofrece mejor calidad de vida a quienes tienen padecimientos que en otro tiempo parecían incurables.
Ejemplo de lo anterior es el cáncer, enfermedad que representa la segunda causa de muertes en México y que se desarrolla como consecuencia de múltiples factores, desde los que son hereditarios (genéticos), hasta el estilo de vida, asociado a lo que comemos, bebemos y fumamos, sin dejar atrás condicionantes ambientales como la exposición a la luz ultravioleta del Sol. En la actualidad, una vez que se diagnostica el trastorno se puede recurrir a diversas alternativas de tratamiento, entre ellas cirugía, quimioterapia y radioterapia, las cuales se emplean de manera independiente o en combinación, dependiendo de numerosos aspectos: tipo de patología, tamaño de la lesión, etapa en que se encuentra y estado general del paciente.
Al respecto, las radiaciones se han utilizado como alternativa terapéutica desde hace más de un siglo con el objetivo de penetrar a las células dañadas y quitarles la información genética (ADN) para evitar que se sigan dividiendo y reproduciendo. Cabe indicar que la radioterapia es una técnica que busca depositar la mayor cantidad posible de energía (llamada dosis) en la lesión muy localizada, causando el menor daño al tejido situado alrededor; en consecuencia, el gran reto de este procedimiento radica en concentrar cada vez más la dosis en el área afectada, disminuyendo efectos adversos en zonas aledañas.
Algunas alternativas para lograr lo anterior son la radioterapia conformacional, la de intensidad modulada, la radiocirugía estereotáctica y la terapia de protones. Por supuesto, es un hecho que el avance tecnológico de estas modalidades se da gracias a la interrelación de la Medicina con disciplinas como Física y Matemáticas, donde los sistemas computacionales y algoritmos de esta última repercuten en la visualización tridimensional del sistema de planeación del método, mientras el gran desarrollo en la obtención de imágenes ha facilitado que el procedimiento de radiocirugía se dé en condiciones seguras, trabajando bajo protocolos internacionales y con las más estrictas normas de calidad.
Es por estas razones que el tratamiento de un paciente sometido a cualquiera de estas modalidades depende del trabajo de un equipo multidisciplinario de especialistas, conformado por el médico tratante, el radio-oncólogo y el físico-médico.
Sobre éste último cabe indicar que es un profesional que culmina su carrera en el área Físico-Matemática y luego se especializa en Radiación; actualmente hay dos maestrías (en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Universidad del Estado de México) y se calcula que existen 50 expertos en la materia dentro del país. Su presencia responde al vertiginoso avance de la tecnología y las ciencias aplicadas a la salud, tanto en el área de diagnóstico como en el tratamiento de enfermedades.
Navaja virtual
En el caso de tumores en la cabeza, muchas personas desconocen que existe novedosa alternativa donde no es necesario recurrir a la tradicional operación quirúrgica para extirpar la lesión, sino que es posible destruirla mediante radiocirugía estereotáctica con Xknife. El nombre de esta técnica hace referencia al vocablo inglés knife (navaja o cuchillo) y X (rayos X), en tanto que estereotáctico nos remite a la localización de un punto mediante coordenadas en tres dimensiones.
El procedimiento es un tratamiento no invasivo (que no provoca daños) y que utiliza la radiación como si fuera una “navaja virtual”, depositando con absoluta precisión altas dosis y minimizando el daño a otras estructuras cercanas a la lesión. Esta modalidad se da con aceleradores lineales que producen rayos X de alta energía, llamados fotones; para lograr la precisión deseada se utilizan una serie de aditamentos que integran el equipo, así como estricto control de calidad durante todo el tratamiento.
La física-médica Aurora Aldana Herrero, encargada de Seguridad Radiológica y jefa del área de Física Médica del Centro de Radiocirugía del Hospital Ángeles del Pedregal en la Ciudad de México, explica en entrevista parta saludymedicinas.com.mx que “probablemente uno de los momentos más difíciles es enfrentarse al diagnóstico de tumor cerebral o malformación arteriovenosa, pues el temor a la cirugía y sus posibles consecuencias crean un panorama difícil para el paciente y su familia. Por eso consideramos que una de las mejores herramientas que tienen para encarar estos momentos es estar informados sobre las alternativas de tratamiento.
“En el Centro de Radiocirugía ponemos a la disposición de cualquier persona, ya sea paciente o médico tratante, la revisión del caso para saber si es candidato a esta modalidad; dicha evaluación (sin costo) la realiza un grupo multidisciplinario altamente calificado y con amplia experiencia, integrado por neurocirujanos, radio-oncólogos, neurorradiólogos, físicos-médicos y psicobiólogos; la decisión depende del tamaño de lesión, patología, ubicación y relación que existe con otras estructuras cercanas. El procedimiento se realiza en un solo día y el tiempo de tratamiento es de aproximadamente una hora.”
Una de las grandes ventajas que tiene esta técnica, explica la especialista, es que, al ser no invasiva, evita muchas de las complicaciones características de la cirugía, como infecciones y hemorragias; tampoco hay anestesia general, así que el paciente está consciente todo el tiempo, y no hay dolor. De hecho, el individuo entra y sale caminando, de manera que este avanzado procedimiento le permite continuar sus actividades cotidianas inmediatamente después de haberse realizado