Conoce el Señor a los que son suyos"
(2 Timoteo 2:19).
Marvin Rosenthal, escribiendo en
"Israel, Mi Gloria,"
cuenta sobre una madre que, en un empadronamiento, oyó la siguiente pregunta: "¿Cuántos hijos tiene, señora ?" Ella contestó: "Bien, tengo Billy, Harry, Martha E..." "No importa los nombres," el hombre interrumpió, "¡solo quiero saber el número!"
La madre mostrando indignación, contestó: "Ellos no son números, ellos todos tienen nombres."
Es así también nuestra relación con Dios. Él nos conoce por el nombre. No hay uno solo de sus hijos que sea desconocido para Él.
Está siempre a nuestro lado, presto a extender la mano y abrazarnos.
Conoce nuestras virtudes y nuestras flaquezas. Incentivanos en la busca de los objetivos y nos consola cada vez que fracasamos en nuestras tentativas.
No somos y jamás seremos un número para Él.
Como el Buen Pastor, nos reconoce por la voz, por el andar, por lo respirar, por lo mirar dirigido a los Cielos. Él nos ama y nos tiene en alta consideración.
Mismo cuando enfrentamos situaciones adversas, podemos estar ciertos que está allí, bien cerca, mirando a nosotros. Cuando lloramos, llora con nosotros, cuando sonreímos, se alegra con nuestra dicha. Si nos sentimos solos y rechazados, alegremonos que Dios está luego adelante, llamándonos por el nombre y prometiendo ayudarnos a superar el momento de crisis.
Si nuestros planes están yendo por agua abajo y pensamos desistir, Él en los afaga la cabeza y una vez más, llamándonos por el nombre, nos incentiva a proseguir porque la victoria no tardará.
No podemos pensar que Dios no se importa con nosotros o que nos abandonó. Él no apenas nos conoce por el nombre como hasta la cantidad de cabello que tenemos en la cabeza le son conocidos.
"Pues aun vuestros cabellos están todos contados"
(Mateo 10:30).
¿Tiene certeza de que oirá el Señor Jesucristo llamar por su nombre cuándo vuelva para arrebatar su iglesia?
Bendiciones de Dios para tu vida.
Con amor siempre tu amiga.
¡Sonría, Jesus te ama!
![](http://img223.echo.cx/img223/1861/image1641177vi.gif)
Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
Ap.22:20
|