de Jairo Anibal Niño
LECCIÓN DE MUSICA
Do,
re,
mi,
fa,
sol,
la,
si.
Si?
Sí,
mi
sol;
sí.
EL ALMACEN
Aquel hombre creía que todo se vendía y que todo se compraba.
un día su esposa le dio un hijo y el hombre esperó con impaciencia
a que el tiempo le diera al niño la capacidad de pedirle muchas cosas y
a él la satisfacción de enseñarle a negociar todos y cada uno de sus antojos.
Llegado el momento, el hombre lo invitó a que le presentara la lista de
solicitudes. el niño pidió el telón de los atradeceres, la clave de sol,
un aerolito, las cosquillas que sintieron en la boca de los estómagos
los astronautas que descendieron por primera vez en las praderas de la
luna, el bosque de los abrazos, un curso de idiomas para saber qué dicen
el baile de las colas de los perros, las lenguas de agua que murmuran en
los troncos de los árboles y las palabras fosforecentes que cantan en
los ojos de los gatos, la corriente eléctrica generada por los besos,
un ratón de computador que le enseñe a evitar las ratoneras de las respuestas
y que en cambio lo conduzca siempre al queso de las preguntas, y un poco
del sonido del mar con la posibilidad de colocarlo en el interior de una
concha de caracol. El hombre no supo qué hacer porque esas cosas no las
vendían en ninguna parte.
Su mujer, entonces, lo llevó de la mano al almacén de la infancia.