![](http://img1.uploadhouse.com/fileuploads/3517/351755121fb06d38adbccce618306970307e2bf.gif)
![Click to visit ImageShack for Image Hosting! img98/3127/animacin1pensabs6.gif](http://img98.imageshack.us/img98/3127/animacin1pensabs6.gif)
![](http://tko7ia.bay.livefilestore.com/y1pxKlQqurD_dKYR_wg_LASPCvG8bnHT4OCZYkxtIdnDfli_Oa0vWWGXrHNnQ4pksJnfG2i6rSFUeM/10.gif)
Algunos educadores, o incluso algunos padres, irritados por el comportamiento de los niños que tienen a su cuidado, les fulminan con la mirada. Ignoran que estos niños recordarán toda la vida estas miradas de odio. Porque los niños quizás no comprendan, pero son sensibles y sienten el contenido de una mirada. Un bofetón o un azote, si es necesario, puede no hacerles daño, pero vigilad vuestra mirada. Los niños olvidan deprisa los bofetones y los azotes, pero jamás olvidan las malas miradas que se les ha lanzado. A veces padres con hijos particularmente difíciles vienen a pedirme consejo, y yo les digo: «Si debéis castigar a un niño que ha cometido una tontería, habladle con calma y con buenas miradas. Decidle que recibirá un castigo porque existen unas normas contra las que no podéis hacer nada; incluso podéis llorar un poco con él, si es necesario, y después... ¡adelante con el azote! El niño comprenderá que no le estáis castigando por maldad, sino para enseñarle sobre la existencia de unas leyes de las cuales nadie puede escapar. Es así como meteréis en su cabeza verdaderas nociones de justicia.»"
Omraam Mikhaël Aïvanhov
![](http://tko7ia.bay.livefilestore.com/y1pxKlQqurD_dKYR_wg_LASPCvG8bnHT4OCZYkxtIdnDfli_Oa0vWWGXrHNnQ4pksJnfG2i6rSFUeM/10.gif)
![](http://img5.uploadhouse.com/fileuploads/3545/3545145371e113908f1f0c4651554df7ec8f547.gif)
| | | |
| | | | | |
|