"«Ganarás el pan con el sudor de tu frente hasta que vuelvas a la tierra de donde saliste.» Éstas son, en el Génesis, las palabras que Dios dijo a Adán después de la caída. Pero ahora una nueva luz viene al mundo para dar un nuevo sentido a todas las actividades humanas; y esta luz nos aporta una comprensión diferente de la palabra «trabajo». Bien sean vuestras ocupaciones intelectuales, artísticas o físicas, aunque descanséis o os paseéis, no sólo debéis evitar todo lo que pueda asemejarse al estancamiento, sino también introducir en vosotros un estado de actividad ordenada y armoniosa. El verdadero trabajo consiste en armonizar todas las corrientes y las energías en sí mismo, y fuera de sí mismo, para hacer que converjan hasta la Fuente de la vida, la Causa primera. Éste es el sólo y único punto de vista bajo el que el discípulo debe considerar la palabra «trabajo»."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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