Con pisadas tras pisadas...
como humilde peregrino
sigo tus huellas sagradas.
¡Eres Tú mi gran destino!
¡Oh Señor de las alturas,
Jesucristo, Rey divino!
Con tu vida santa y pura
me has mostrado el buen camino.
¡El único y verdadero!
¡El que me conduce al cielo,
el que sana mis heridas...!
Tú mismo lo confirmaste
cuando antaño dijiste:
"Soy el Camino, la Verdad y la Vida".
_Garibaldi Fiorentino Hoffman