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"¿Cuántos padres y educadores conocen la diferencia que existe entre el amor y la debilidad? No saben mostrar a sus hijos que existen leyes irreductibles ante las cuales todos están obligados a inclinarse, tanto si se es joven o adulto. «Pero ¿y si lloran estos pobres niños?» ¡Qué lloren! Deben comprender que todo el mundo está obligado a someterse a estas leyes. Cuando un niño llora, todos están dispuestos a ceder para que este hijo querido no sea desgraciado. Pues bien, entonces se acabó, siempre terminarán cediendo y son ellos, padres y educadores, quienes sufrirán porque han confundido el amor con la debilidad. ¿Llora? Pues bien que llore un poco, ejercita de esta manera sus cuerdas vocales, y durante este tiempo comprende también que hay unas leyes que deben ser conocidas y respetadas."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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