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NUESTRO COMPORTAMIENTO
"Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿Que hacen de extraordinario? Hasta los paganos se portan así." Mateo 5:47 "
El saludo no se le niega a nadie, decía mi abuelo. Se movía con las costumbres de los hombres de antes, que tenían palabra, que eran educados, que eran caballeros, que les dejaban el asiento a las mujeres en la locomoción colectiva.
Hoy parece que esos conceptos, son del siglo pasado. Ya nadie actúa así. Hoy podemos pasar por al lado de alguien y ni siquiera lo vemos. Son apenas postes de luz en el camino. Hemos perdido la cortesía.
Para el judío, el pagano era como la ultima lacra de la sociedad. Era alguien que no merecía respeto, alguien despreciable. Y Jesucristo usa esta frase adrede. El les dijo a los religiosos de su época, que incluso las personas más despreciables, los sujetos marginados de la sociedad, tenían la delicadeza de saludar, de ser corteses.
En contraposición, ellos que eran la flor y nata de la religión judía, la mas alta casta de pureza religiosa, los ejemplos para los mortales. Y ellos se daban el lujo de despreciar, de marginar y de evitar a otros.
Hay muchos que hoy actúa así, se esfuerzan por ser desagradables. Son esas personas que no tienen tacto, que no tienen gracia, que pasan por la vida y lastiman con su presencia. Personas a las que se quiere evitar.
Seria lamentable, que en la iglesia de Jesucristo hay personas así. Que no tengan la delicadeza de la sonrisa agradable, del apretón de manos, del abrazo sincero, de la palabra oportuna, del saludo cortes.
Porque lo menos que se espera de un hijo de Dios, que tiene que imitar a Su Padre, y que debería ser ejemplo en esta sociedad corrompida, es que saludemos. Si hasta los paganos lo hacen, ¡Cuanto mas aquellos que tenemos dentro el amor de Dios que excede todo conocimiento!
La próxima vez, antes de evitar el saludo, acuérdate que si los peores lo hacen, los mejores debemos hacer más que eso. Que no es mas vivo el que se hace el interesante, el que se hace el displicente. Que para Dios, los verdaderamente valiosos, son los educados, los generosos, los corteses, los galantes, los responsables.
El saludo no se le niega a nadie, decía mi abuelo. Dios nos pide más que eso. Nos pide que demostremos Su Amor a través de nuestros actos.
Lo cortes no quita lo valiente.
Un gran abrazo y bendiciones
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