"Los placeres puramente físicos embotan progresivamente la sensibilidad: siempre se necesitan placeres y sensaciones cada vez más fuertes para sentir algo y obtener algunas satisfacciones. Es pues cada vez más difícil sentirse satisfecho, porque cada vez nos volvemos más insensibles; esto se puede constatar en todos los ámbitos. Aquél que comete excesos con la comida y la bebida termina perdiendo el gusto; aquél que acumula experiencias sexuales se hastía y desprecia a sus parejas. Esforzaos pues en disminuir un poco los placeres físicos, buscad experiencias más sutiles, y cada vez os volveréis más sensibles, y la menor sensación os proporcionará grandes alegrías."
|