Yo tenía… dos alas!… Dos alas, que del Azur vivían como dos siderales raíces!… Dos alas,
con todos los milagros de la vida, la muerte y la ilusión. Dos alas, fulmíneas como el velamen de una estrella en fuga; Dos alas, como dos firmamentos con tormentas, con calmas y con astros…
¿Te acuerdas de la gloria de mis alas?… El áureo campaneo del ritmo; el inefable matiz, atesorando el iris todo, más un iris nuevo ofuscante y divino, que adoraran las plenas pupilas del Futuro, ( las pupilas maduras a toda luz! )… El vuelo…
El vuelo eterno, devorante y único, que largo tiempo atormentó los cielos, despertó soles, bólidos, tormentas: abrillantó los rayos y los astros
¿y la amplitud? : tenían calor y sombra para todo el Mundo, y hasta incubar un “más allá” pudieron.
Un día, raramente desmayada a la tierra, Yo me dormí en las felpas profundas de este bosque… Soñé divinas cosas… Una sonrisa tuya me despertó, paréceme… ¡Y no siento mis alas!…
¿Mis alas?… - Yo las vi deshacerse entre mis brazos… ¡Era como un deshielo!
Delmira Agustini(1886-1914) Poetisa uruguaya... Y, YO