"No hay nada más precioso que poseer una cualidad, un don o una facultad. Pero asimismo no debemos utilizar este don únicamente para nosotros mismos, sino para el bien de todos los seres. ¿Acaso hay muchas mujeres quienes, conscientes de su belleza, se han preguntado qué efectos estaba causando en los demás su manera de explotar esta belleza? Ya sea la belleza, las facultades artísticas o intelectuales, debemos tratar de utilizarlas únicamente para despertar esta chispa, esta flor sagrada que dormita en cada uno. Y es así como atraeremos sobre nosotros la alegría del Cielo. No hemos venido a la tierra para hacernos famosos o para ser elogiados a toda costa. Cualesquiera que sean los dones y los talentos que nos han sido otorgados por la naturaleza, debemos ante todo buscar la aprobación divina. Y sólo la obtendremos si logramos expresar lo que despertará a los seres a la verdad y a la luz."