ENSAYO:
Habrá muchos momentos en nuestra vida que, como Jesús, sentiremos una tristeza enorme por dejar las cosas a las que estamos acostumbrados, y de sólo pensarlo nos sentiremos morir, ya que habrá fuerte resistencia a renunciar a las cosas de este mundo, pero, si queremos salir de todos los miedos, angustias y preocupaciones de este mundo, apartémonos de los demás y digamos: Padre, de ser posible aleja de mi esa copa, pero que no se cumpla lo que yo quiero sino lo que quieres tú. Y lo que el Padre quiere, es que recibamos los dones y el Fruto del Espíritu para tener una vida plena, por lo que él permite que pasemos por ciertas pruebas para templar nuestra fe y su poder se manifieste en nosotros, ya que todo tiene un tiempo, un orden y un propósito para cada uno de nosotros y no debemos permitir, que todo eso que nos está sucediendo nos domine y nos adormezca para no orar, porque recordemos: El espíritu es animoso, pero la carne es débil.
Como podemos apreciar, no será nada fácil decidirse a colocar lo material bajo lo espiritual en nuestras vidas, por lo que deberemos perseverar en la oración una y otra vez, para que así seamos fortalecidos en el espíritu, en el alma, en la mente y en nuestro cuerpo para encontrarnos en el orden y propósito de Dios.
Es en este momento, cuando se acerca el final del dominio de lo material sobre lo espiritual y la Ley sea cumplida por el amor que perdona, y no por imposición que castiga para dar comienzo al año de la gracia y misericordia del perdón de Dios para el hombre y recibir y aceptar su voluntad divina, para que éste disfrute a plenitud y en abundancia el Reino de Dios aquí en la tierra, y después la vida eterna en el mundo venidero.
Mateo cap. 26: v 47 al v 56
Gracias, es Hermoso ¡¡ y enseña mucho
Dios te Bendiga
Seda Marfil