Este último mensaje de Apocalipsis describe vívidamente el esplendor y las maravillas del nuevo mundo lleno de armonía cuando Cristo haga nuevas todas las cosas.
En este marco de este impresionante escenario Jesús asegura a su pueblo que él es "la brillante estrella de la mañana" del nuevo mundo edénico.
Esta afirmación es especialmente adecuada y que la estrella de la mañana es mucho más brillante en la oscuridad que precede inmediatamente al amanecer.
La estrella de la mañana es el heraldo celestial del amanecer de un nuevo día. Despierta pensamientos de esperanza, de gran expectativa y el gozo del nuevo comienzo.
La estrella de la mañana disipa las tinieblas de la noche y anuncia la majestad de un nuevo amanecer. En la estrella de la mañana hay algo que inspira esperanza después de una larga noche de espera.
Dios dio a los magos de los días de Cristo una señal en la que empleó un medio que les era familiar: una estrella que los guiara hasta Belén.
Según la época y las costumbres de las gentes, Dios emplea medios conocidos para ellas al enseñarles su santidad y la belleza del plan de redención.
El cielo y la tierra obedecen los decretos de su Creador. Desde el animal más poderoso hasta el más diminuto insecto, desde la estrella más gigantesca hasta el pequeñísimo átomo, todos obedecen al Dios omnipotente
La noche del nacimiento de Cristo apareció en el cielo una luz misteriosa, que se convirtió en una estrella brillante que persistió en el cielo occidental.
Impresionados por su brillo, los sabios, una vez más, recurrieron a los rollos sagrados. Mientras procuraban comprender el significado de los sagrados escritos, "en sueños recibieron la indicación de ir en busca del Príncipe recién nacido".
Como Abrahán, no sabían al principio adónde debían ir, así también ellos siguieron a medida que la estrella los guiaba por su camino.
Cristo ha declarado cuál es su posición.
" El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida ". Es la estrella resplandeciente de la mañana. Es el sol de justicia, el resplandor de la gloria del Padre.
Es la " luz verdadera, que alumbra a todo hombre " que viene a este mundo ( S. Juan 1: 9 ). Como médico, vino a restaurar en el hombre la imagen moral de Dios, que se había perdido debido a la transgresión.
"....cuando se cumplió el tiempo " ( Gálatas 4: 4 ). Cristo vino como el Mesías largamente esperado y Salvador del mundo. El lugar de su nacimiento en Belén fue apropiadamente señalado por una estrella guiadora.
La primera venida de Cristo produjo el gozoso cumplimiento de la predicción mesiánica de " la radiante Estrella de la mañana ", largamente esperada.
Por un desgarrón de las nubes una estrella arroja rayos de luz cuyo brillo queda cuadruplicado por el contraste con la oscuridad. Significa esperanza y júbilo para los fieles . Su venida trajo salvación a todos los que creen en él y lo reciben como Señor.
Que estas palabras de seguridad nos inspiren mientras esperamos el bendito amanecer del mañana de Dios.
El Cristo es la estrella resplandeciente de la mañana, que alumbra en medio de las tinieblas morales de este mundo pecaminoso y corrompido.
El es la luz del mundo, Todos los que acuden a Cristo en busca de un conocimiento más claro de la verdad, lo recibirán. El despegará ante ellos los misterios del reino de los cielos, y estos misterios serán entendidos por el corazón que anhela conocer la verdad.
Una luz celestial brillará en el templo del alma, la cual se revelará a los demás cual brillante fulgor de una lámpara en un camino oscuro y el corazón encontrarán paz, reposo y alegría.
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