"Lo limitado no puede comprender a lo ilimitado; así pues, el hombre, que es limitado, no puede conocer a Dios, el Ilimitado. O mejor dicho, no puede conocerle mientras permanece fuera de Él. Sólo le conocerá cuando entre en esta inmensidad, se fusione con ella y forme parte de ella. Mientras una gota de agua permanece separada del océano, no puede conocer el océano; pero cuando regresa al océano, no puede separarse ya de él, se ha convertido en océano, lo conoce. Diréis: «Pero el hombre está en el universo, forma parte de él, no está separado de este ilimitado, de este infinito que es Dios.» Sí, pero no es consciente de ello. E incluso, a menudo conscientemente se separa de Dios para vivir su vida personal, alejada de la conciencia cósmica, y declarar después que Dios no existe. Así pues, si queréis conocer a Dios, debéis fundiros en Él conscientemente, perderos en Él. Le conoceréis porque os convertiréis en Él, seréis Él."