"Es imposible abordar la ciencia esotérica sin encontrar, en un momento u otro, el tema de la magia, y en particular el de la magia negra. Pero la magia negra es un aspecto que es más razonable dejar de lado y, sobre todo, debemos evitar imaginar que podemos ser su víctima. Aquél que teme ser víctima de la magia negra, atrae ya sobre sí corrientes negativas. Sí, porque este temor le hace vulnerable y por tanto receptivo a toda clase de elementos oscuros que flotan en la atmósfera. Es como las epidemias: si sois frágiles y receptivos, atrapáis todos los microbios de la gente con la que os encontráis; pero si sois robustos, resistentes y emisivos, os libráis de ellas. Así pues, no os preocupéis por la magia negra: reforzaos, pensad en la luz, trabajad con la luz, y es la luz en vosotros quien rechazará lo que es negativo. Una rueda que gira muy rápidamente rechaza el barro, pero en el momento que comienza a girar despacio, todas las suciedades se pegan a ella. Y el manantial que fluye con fuerza rechaza las hojas y las ramitas que podrían obstruirle. Así pues, en vez de abandonaros a la pereza psíquica, volveos como el manantial."