"¡Qué preocupación para el médico y las enfermeras cuando el niño que va a nacer se presenta por los pies! Sí, porque el niño que viene al mundo debe presentarse por la cabeza. Pero éste sólo es el aspecto fisiológico de la cuestión, y esta posición del niño en el momento de nacer puede además enseñarnos muchas cosas. Mirad: cuando el nadador se lanza al agua, lo hace poniendo primero la cabeza abajo, y cuando quiere salir del agua, por el contrario, la endereza. Si el niño viene al mundo cabeza abajo, esto revela que el espíritu que desciende de las regiones sutiles debe sumergirse en un mundo mucho más denso. Esta posición es un símbolo del espíritu que se hunde en la materia. Y a la inversa, cuando un hombre muere, abandona una región muy densa para penetrar en una región más sutil, exactamente igual que el nadador que sale del agua para ir hacia el aire, más sutil. El nacimiento es pues una forma de muerte. Sí, el nacimiento de un niño es una muerte en las regiones sutiles. Y la muerte en la tierra es un nacimiento en lo alto…"