"¡Cuánta gente pone sobre su nariz las gafas de una religión que obstruye su visión sobre el universo! Pero entonces, ¿cuál es el interés de pertenecer a una religión si ésta debe ocultarles el esplendor de lo que Dios ha creado y las posibilidades de retornar hacia Él? La Iglesia ha deformado de tal manera a los humanos que ya no hay forma de hacerles comprender ahora las maravillas de la creación. Lo que han creado ellos, esto sí, las imágenes sagradas, las reliquias, las catedrales, los peregrinajes, pero ¿qué interesa lo que Dios ha creado? Evidentemente, no es así cómo se expresan, pero en la práctica, es así cómo se comportan. En lugar de decir: «Respetad la vida, hijos míos, porque todo es sagrado, son talismanes que Dios ha puesto por todas partes. Dadle las gracias por la luz del sol y de las estrellas, por el aire, por el agua, por todo lo que nos da la naturaleza…» sólo cuentan sus escaparates: las ceremonias, los rosarios, las medallas… el resto del universo no importa. Y así es como los ritos instituidos por las Iglesias terminan ocultando la verdadera religión."