El árabe hambriento Juan Eugenio Hartzembuch
Perdido en un desierto un árabe infeliz, ya medio muerto, de sed, hambre y fatiga, se encontró un envoltorio de vejiga. Lo levantó, le sorprendió el sonido, y dijo de placer estremecido: -Ostras deben de ser. -Mas al verterlas, -¡ay!, exclamó, son perlas.
En ciertas ocasiones no le valen al rico sus millones.
|
|
|
|
|
|
|
|
|