Tengo una íntima amiga a quien adoro. Es leal, cariñosa y sabe escuchar.
Siempre que nos reunimos, le digo: “cuando estoy contigo, respiro tranquilidad”.
¿Por qué todo el mundo inhala paz cuando está cerca de ella?
¡Sencillo! Esta mujer huele a serenidad.
¡Todo en esta vida tiene olor!
Nuestro olfato puede detectar mucho más que unas galletitas acabadas de hornear, un litro de leche podrido o un jardín lleno de rosas.
Olfateamos a la gente y hasta las situaciones.
Por eso, cuando sospechamos que algo no es apropiado, decimos, “esta situación no huele bien”.
El olfato es capaz de percibir aún las cosas invisibles.
Por ejemplo:
Cuando entras a un hospital lo más probable es que huelas la enfermedad de los pacientes.
Si visitas el país de Haití, podrás oler la pobreza.
Si vas a un funeral, indudablemente inhalaras la tristeza que inunda el lugar.
Y cuando vas a tu iglesia, de seguro respiras paz.
Cada uno de nosotros carga un olor que nos distingue.
¿Acaso no te ha sucedido que conoces a alguien negativo que solo habla de sus problemas, y lamentablemente esa persona huele a fracaso?
También, estoy segura que te has topado con alguno que tiene una actitud maravillosa y su esencia natural es de éxito.
Te pregunto: ¿A qué hueles tú?
Quiero motivarte a que tu perfume huela a triunfo.
Tal vez me preguntarás: ¿Qué colonia recomiendas?
La fragancia que usan los ganadores no la puedes comprar en ningún departamento de perfumería,más bien se determina de acuerdo a tu actitud, pensamientos y acciones, éstos sueltan un bálsamo que te identifica.
Es decir, si eres inseguro, envidioso, egoísta o miedoso, desprendes un tufo tan fuerte que se percibe a millas de distancia.
Este mal olor aleja a otros de ti. Por otro lado, si eres honesto, bondadoso, seguro de ti mismo y haces el bien a los demás, de ti emanará una aroma tan agradable que serás querido y admirado por todos.
Deja que tu perfume natural huela a éxito y verás como atraerás a tu vida oportunidades, situaciones y personas que te ayudarán a triunfar.
2corintios 2:14 Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. 2:15 Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; 2:16 a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida.
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