Aunque las cosas no vayan bien, aunque las dificultades, carencias no parezcan tener fin, aunque esa enfermedad se haya prolongado, no temas ni te angusties.
No te dejes vencer por el desaliento. Recuerda que nuestro socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra!
Es el Todopoderoso quien nos socorre y protege! Solo acude a Su Sagrado Corazón y déjate envolver de Su inmenso amor. Entrégale tus penas y sufrimientos; deja en Sus Manos todo lo que te está quitando la paz.
Permite actuar en tu vida, a ese Dios que tanto nos ama y que es capaz de hacer, lo que tu ni siquiera imaginas. Abrele las puertas de tu corazón y El cambiará cualquier panorama oscuro que haya en tu vida, sanará tus enfermedades, resolverá todos tus problemas, proveerá todas tus carencias y dará nuevas fuerzas a tu corazón cansado para que ya no haya llanto ni dolor. Mantén tu mirada hacia el cielo, porque tu socorro viene del Altísimo! > Espera confiado y obséquiale tu paciencia y valentía. Espera tus bendiciones con canciones de gracias y alabanzas!
Pues, Tu Dios que todo lo puede y que te ama con amor eterno proveerá todas tus necesidades espirituales y materiales! Amen!!
Pero yo confío en Tu benevolencia, mi corazón se alegra por tu ayuda; cantaré al Señor por el bien que me ha hecho (Sal 13:6)
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