"Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida".
Salmos 42:8
EL GLOBO NEGRO
Se dice que en cierta ocasión Martin Luther King iba a dar una conferencia acerca de los derechos humanos, cuando notó que un pequeño niño de raza negra se encontraba al frente de su auditorio. Esto sorprendió a Martin Luther King, quién preguntó a uno de sus ayudantes acerca del niño. Este le contestó diciendo que aquel niño negro había sido el primero en llegar al auditorio.
Cuando terminó el discurso de Martin Luther King se soltaron globos de diferentes colores al cielo, los cuales el pequeño niño no dejaba de mirar. Esto llamó la atención de Martin Luther King, quien levantó tiernamente al niño en sus brazos.
El pequeño mirándole le preguntó: "Señor King… ¿Los globos negros también ascienden al cielo?" A lo cual el Señor Martín Luther King le respondió dulcemente diciéndole: "Los globos ascienden al cielo no por el color que tengan, sino por lo que llevan adentro...".
¡Que palabras profundas y sencillas las de Martín Luther King! "Los globos ascienden al cielo no por el color que tengan, sino por lo que llevan adentro...".
Esta gran verdad también puede aplicarse a la esfera espiritual. Lo importante, no es el color de nuestra piel, sino lo que tenemos dentro del corazón. La Biblia dice en 1 Juan 5:12 lo siguiente: "El que tiene a Jesús, tiene la vida, el que no tiene a Jesús no tiene la vida." ¿A quién tienes tú en el corazón? Espero que en tu corazón se encuentre Jesús. Si no tienes la seguridad de que Jesús vive en tu corazón... entonces ¿por qué no elevas una oración a Dios invitándole a vivir en tu interior?.
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