Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios,
Romanos 8:15-16
Comentario: Ab-ba. Escuche a un bebé y escucharás a estos sonidos básicos y tempranos. Jesús nos demonstró y el Espíritu nos da el poder para hablar con Dios son estas sílabas de familiaridad, confianza, vulnerabilidad, dependencia y intimidad. El Espíritu es nuestra garantia que no debemos temer a Dios, pero que podemos acercarlo como nuestro Padre amoroso y tierno quien siempre nos escucha a nuestros corazones y busca la manera para bendecir a nuestras vidas.
Oración: Abba Padre, eres glorioso y majestuoso. Tus obras son increibles. Tu poder, oh Señor es inescrutable. Tu gracia, Dios Todopoderoso, es maravilloso. Gracias, Santo y Justo Padre, por permitirme acercarte como mi Abba simpre presente y cerca. Haga que tu presencia sea clara en mi vida hoy. En el nombre de Jesús, oro, Amén
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