Decisiones sabias
Leer | Salmo 51
Muchas personas se lamentan al pensar: “Si tuviera la oportunidad de tomar esta decisión una vez más, escogería un camino diferente”. Mientras el rey David se lamentaba por haber escogido el camino pecaminoso que lo había convertido en un adúltero y asesino, es muy probable que también haya pensado en las demás opciones que pudo haber escogido. A nosotros nos sucede lo mismo. En ocasiones tomamos la decisión equivocada porque nos dejamos guiar por nuestros apetitos carnales y no por la sabiduría que proviene de Dios (2 S 11.4).
Los seres humanos somos más vulnerables de lo que pensamos, y es por eso que no debemos tomar decisiones importantes en la vida cuando pasamos por un período de agotamiento físico y espiritual. Mucho menos debemos hacerlo si nos sentimos bajo la presión del estrés que tanto abunda en nuestros tiempos. Si no seguimos este consejo vamos a tomar malas decisiones que no van a traernos ningún provecho.
Tampoco debemos precipitarnos a decidir algo sin habernos detenido a pensar antes. Tenemos que sentarnos a considerar qué es lo mejor desde el punto de vista de nuestro Señor. Esto es algo que debemos hacer antes de tomar cualquier decisión, pero especialmente si la misma puede traer consecuencias eternas para nosotros y para los que viven a nuestro alrededor. Este proceso de búsqueda de la voluntad de Dios puede tomarnos más tiempo del que deseamos, pero es indispensable si queremos actuar con sabiduría.
Satanás siempre está buscando el punto débil en la armadura espiritual de cada cristiano. No le demos la oportunidad que tanto anhela, sino mantengámonos en un estrecho compañerismo con el Señor, para que así podamos estar listos para tomar decisiones sabias.
Fuente: Ministerios en Contacto