La juventud en busca de su libertad   Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor, la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”. 2 Timoteo 2:22 Muchos tienen una apreciación de la juventud como la etapa en la que tanto su fuerza física como su vitalidad y frescura jovial deben ser expresados de manera que como jóvenes busquen llenar sus intereses personales, dando siempre placer al “yo” sin importar las consecuencias de sus actos o que estos puedan afectar de manera crucial por el resto de su vidas. Algunos podrán llamarme exagerada o que soy anticuada, pero si tan solo pudiéramos detenernos a pensar y reflexionar en nuestro mundo joven, apreciaríamos que la juventud se ha dejado manipular por sus placeres emocionales más que por buscar llevar una vida plena en Cristo. La juventud tiene una ceguera ante la realidad de lo que están viviendo al perseguir los vicios y placeres del mundo. No tienen noción de los efectos secundarios de lo que se ofrecen a si mismos al llenarse de lo que el mundo les ofrece, como, la inmoralidad sexual, programas que degradan la imagen del hombre incluso la de Dios misma en relaciones distorsionadas, jóvenes esclavizados en las drogas, tabaco y alcohol, relaciones sexuales antes del matrimonio, prostitución, bailes que degradan a la mujer y un vestir provocativo, entre muchos otros intereses y pasiones juveniles como, música con mensaje que daña la mente, noviazgos prematuros, desobediencia a sus padres, un mal vocabulario, etc etc etc… y si preguntamos a los jóvenes, esto es para ellos tener libertad. Querido Joven la verdadera libertad está en seguir a Cristo y conocerle. Algunos dicen ya seguirle o conocerle, pero mientras sigas atado a los placeres de este mundo, o al ser participe o conformarte a vivir de manera desordenada y vanamente, No le conoces aun pues la palabra de Dios dice claramente: el que dice, yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en el. Joven amigo la verdad es Cristo, y el murió por ti y por mi para darnos libertad. Vivir conforme al mundo e incluso conformarse a el y quedarse sin hacer nada es vivir en yugo de esclavitud, el enemigo es quien desea pintarte de libertad tu panorama llenando tus placeres, con felicidad y “gozo” momentáneo, el sabe que ahora tal ves tomas poco de cada mal, pero pronto, como para ti “que tanto es tantito”, te tendrá bajo su poder, y lo mas triste de ello son las consecuencias; corrupción, enfermedades de transmisión sexual, daños a tu organismo (algunos irreversibles), depresiones, suicidio, accidentes automovilísticos (dejando vidas en mal estado y matando a otras), violencia, soledad, muertes prematuras entre miles más. Mi afán no es condenar, puesto que todos hemos sido llamados pecadores, sin embargo se que Dios ya pagó por nuestros pecados, pero muchos siguen viviendo en el pecado, y no podemos seguir viviendo bajo esa situación. Muchos dicen desear que el mundo cambie, pero mientras se encuentren en una posición de comodidad, es decir sin hacer nada y aun más el aceptar la situación del mundo, no podremos obtener tal cambio. Joven no te engañes a ti mismo pensando que vivir conforme a tus placeres y pasiones juveniles no traerá consigo daño a tu vida, como dicen por ahí, que eres lo que comes en cuanto a alimento físico, también tu interior es de lo que te alimentas. Recuerda que de la abundancia del corazón habla la boca; ¿Qué estas hablando hoy?, ¿de que estas llenando tu vida? No te menosprecies; Dios te creó, con sus propias manos te formó, te hizo para ser su reflejo, “portador de gloria”. No te engañes pensando que con creer en Dios es suficiente, es necesario vivirlo, conocerlo, escudriñar sus escrituras. Por que amigo la religión no es la que salva, Cristo salva. Tú como cada persona, puedes dar ese gran giro a tu vida entregándote a Cristo. Es necesario que la vitalidad de la juventud se vea reflejada en jóvenes que arrebatan las promesas de nuestro Señor Jesucristo, jóvenes que no se conforman, jóvenes que cambian los tiempos y radican en sus generaciones futuras para bendición. Tú puedes formar parte de esta generación. He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia. El joven que tiene en gran estima su juventud es aquel que no se conforma a este mundo, conoce a su creador y además le honra con su vida, desde lo que habla, lo que piensa, lo que viste, lo que ve, de lo que se alimenta. Job 28:28 Escrito para www.devocioaldiario.com