El Poder universal de las palabras
El tema de las palabras debe ser comprendido cabalmente por los creyentes, porque es de suma importancia.
La Biblia enseña sobre el poder de la lengua, y aun muchos autores seculares reconocen y saben el efecto de las palabras aunque sin un enfoque bíblico. Las palabras pueden ser usadas para bendecir o maldecir, para crear o destruir, para dar vida o muerte. Las palabras conducen la vida de los hombres (Santiago 3:6).
¿Porque las palabras tienen poder?
Todo comenzó con la palabra, en hebreos 11:3 dice que el universo fue formado por la palabra de Dios, "de modo que lo visible no provino de lo que se ve". Dios no necesito más que pronunciar palabras para crear el universo, el Señor es la autoridad suprema y todo se sujeta a Él, si Él da una orden ¿Quién podrá resistirla?
Esta es la forma en que de Dios ejecutó las cosas, solo con la palabra. Porque las palabras de Dios tienen autoridad absoluta. Por lo tanto nosotros que estamos hechos a imagen y semejanza de nuestro Padre celestial también podemos provocar efectos en nuestras vidas por medio de la palabra.
Las palabras son la expresión de nuestro corazón, son la manifestación final de lo que creemos, por lo tanto lo que decimos es lo que hay en nuestro corazón. Si no llagáramos a pronunciar ciertas cosas con nuestra lengua es porque aun no hemos decidido si creerlas o no, si aceptarlas o no. Cuando sentimos cosas en nuestro interior puede que estemos analizando, pensando, decidiendo, en el corazón se resuelven las cosas, se planifican, se forman, pero cuando en nuestro corazón ya está decidido que haremos, se sella con las palabras, es decir las palabras son el producto final y terminado de lo que sentimos, somos o creemos. Por eso su importancia, yo me pregunte cuando estudiaba este tema ¿Por qué la Biblia le daba tanto énfasis a las palabras si lo importante es el corazón? Y es cierto que lo más importante es el corazón pero las palabras son las que reflejan de forma concreta lo que hay en el corazón. Si no se pronuncia no es todavía lo que hay en el corazón. Puedo tener ganas de odiar en mi corazón pero si resisto ese sentimiento y lo reemplazo por un impulso del Espíritu Santo en obediencia, ese odio queda cancelado, se disuelve en mi corazón y por lo tanto no tiene efecto. Pero si decido tener ese odio y no lo resisto entonces decido en mi corazón odiar y después de esta decisión quedará consumado finalmente con las palabras de odio que salgan de mi boca, esas palabras que pronuncie son la verdad de lo que hay en mi, por eso las palabras son tan importantes, hasta que no lo diga no es lo que he decidido en mi corazón.
Jesús dijo: “De la abundancia del corazón habla la boca” si no desechamos lo malo que hay en nuestro corazón finalmente es lo que diremos y lo que digamos refleja lo que creemos y somos en verdad.
¿Cómo sabes si Hay victoria en tu corazón? Simplemente escuchándote. ¿Quieres conocer a las personas íntimamente? Presta más atención a sus palabras y los conocerás como son en verdad. Ninguno de nosotros podrá fingir por mucho tiempo lo que hay en el corazón por medio de las conversaciones tarde o temprano saldrá a la luz todo lo que hay en nuestro corazón.
Esteban Correa