Comentario: Somos consolados cuando estamos heridos. Somos consolados porque nos hace falta una bendición. Somos consolados porque Dios nos ama. Somos consolados para consolar a los demás. Mientras cada uno de estas frases es verdad, la última es la más importante. La consolación no es completa hasta que se comparte con alguien más. Es el último paso en el proceso de sanar el dolor, herida y perdida. Hasta compartir la consolación, hasta pasarla a otro, nuestra consolación es debil, de poca profundidad y limitada. Consuele a los demás, serás más consolado.
Oración: Oh Señor, Dios de cielo y tierra, Creador del universo, gracias por conocer a mi corazón, involucrado en mis asuntos y consolandome cuando este herido. Ayúdame compartir tu gracia, misericordia y consuelo con alguien más hoy. En el nombre de Jesús, oro, Amén.