Hay dos niveles para relacionarnos con Dios, el primero es Su presencia todos podemos experimentarlo, a ese nivel todos pueden acceder, aún sin conocer a Cristo se puede sentir Su presencia, pero hay un nivel más alto, Su Gloria.
Una persona puede venir muchas veces a la Iglesia y tener experiencias con la presencia de Dios, pero un día tendrán una experiencia con Su Gloria, en ese momento su vida será cambiada, solo un poco de Gloria cambiará nuestras vidas para siempre; la Gloria es el punto alto de la Santidad de Dios viniendo a una persona o reunión, la Gloria tiene el poder de desintegrar cualquier asidero de pecado y enfermedad.
Uno de los problemas de la gente es la falta de paciencia para esperar la Gloria, lo primero que llega es la presencia de Dios, es el nivel donde la gente quizás llora y cuando dejan de sentirla entonces se levantan del lugar, sin esperar que la Gloria de Dios descienda sobre ellos.
Éxodo 33:14-15
14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
Todos sabemos que cuando la presencia de Dios viene, lo común es que sentimos paz, Moisés sabia que mas importante que cualquier cosa era la presencia de Dios, pero era lo único que él conocía, nunca había tenido una experiencia con la Gloria de Dios, la Gloria de Dios es superior a Su presencia, la gente que ha tenido una experiencia con la Gloria ha tenido cambios radicales en su vida en muy poco tiempo, pero es necesario que pasemos tiempo en la presencia de Dios antes de conocer Su Gloria, en un momento puede estar la presencia y puede ser cambiada en Gloria.
Éxodo 33:13
13 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.
14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
Podemos ver que ninguno de los dos, ni Moisés ni Dios estaban hablando de algo diferente que de la presencia, Dios ofrece Su presencia como hasta ese día se había conocido, Moisés da las gracias porque conoce lo que Dios está diciendo y conoce la presencia de Dios, pero Moisés sigue hablando y le dice: ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? Éxodo 33: 16
En el verso 17 Dios le responde a Moisés:
17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.
Moisés se da cuenta que Dios está respondiendo positivamente a todas sus peticiones, Moisés desarrolló una habilidad para saber cuando Dios estaba listo para que le pidieran y aprovecha el momento pidiéndole Su gloria en el verso 18: El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.
2 Corintios 3:18
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Sabemos que la presencia nos puede hacer llorar, reír, temblar, pero no nos cambia, lo que produce un cambio en las personas es la Gloria de Dios, su Biblia dice que somos transformados de gloria en gloria, pero nadie puede tener una experiencia con su Gloria si primero no tiene mucho tiempo en la presencia de Dios, la Gloria permite que revisemos con detenimiento nuestra alma y nos hace ver donde están los errores para cambiar, es como un espejo en donde podemos ver nuestras faltas.
Moisés tuvo experiencias incontables con Dios, en hebreos dice: escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. Hebreos 11:25-26, Moisés vio algo tan grande que Dios le mostró que pudo tomar esa decisión, él sabía de Jesús antes que cualquier otro profeta, la gloria permite cosas que no permite la presencia.
Éxodo 33: 19-23
Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.
Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
Y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado
Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.
Nadie puede ver la gloria si primero no está en la Roca, Su presencia nos hace estar en la Roca y solo allí podemos estar en Su Gloria, es necesario estar en la peña para poder exponerse a la Gloria de Dios, no solo sobre la Roca sino en la Roca, esta es Jesucristo.
Debemos entender que para ver la gloria necesitamos es un deseo, no una disciplina, Moisés no ayunó 40 días para ver la Gloria de Dios, él lo que hizo fue pasar mucho tiempo en Su presencia y un día dijo no quiero sólo Tu presencia, muéstrame Tu Gloria.
Toda persona que este en contacto con la Gloria de Dios no puede tener pensamientos de odio, ni deseos de maldad, cuando la Gloria toca a alguien le da parte de lo que Dios es, en ese momento es imposible mentir porque Dios no miente, cuando tiene la oportunidad de mentir se hace imposible mentir, ya no por miedo sino porque ya la verdad esta dentro de esa persona y la mentira no haya espacio en su vida, ya la palabra verdad no es un concepto, es una vida.
Moisés no nació manso, él mató a un egipcio con sus manos, después cuando estuvo en ayuno por 40 días estando en la presencia de Dios, cuando bajó de la montaña se encontró al pueblo de Israel adorando ídolos, cuando Moisés vio eso olvidó todo y partió las tablas de la ley, solo hasta que Moisés estuvo en la Gloria de Dios su vida fue cambiada, cada uno de nosotros debemos estar en la Gloria de Dios si queremos tener cambios contundentes en nuestras vidas.